Para cerrar la temporada, otro bochorno más del Sevilla

Los jugadores han terminado por ensuciar nuestro emblemático escudo, con un último partido horrendo, dejando al equipo solo un punto por encima del descenso. El fallo del jugador del Leganés Diomande, el 4 de mayo, ha sido clave para no vernos hoy en Segunda División. Pero no siempre sonará la flauta...

Despedía la horrible temporada 2024/2025 el Sevilla en el estadio de La Cerámica ante el Villarreal, con el equipo amarillo celebrando su vuelta a la UEFA Champions League. Y, para que no fuera menos, se puso punto y final con otro ridículo, cayendo goleado por 4-2, dando otra vez una imagen lamentable. En tan solo siete minutos ya había encajado dos goles y, en ambas ocasiones, se podía haber evitado, pero Álvaro Ferllo, en este partido bajo palos, dejó mucho que desear. Hay que recordar que el club decidió renovar al portero, que dejó muy malas sensaciones en esta oportunidad que tuvo. La portería debe dar un salto de nivel si no se quiere volver a mirar demasiado hacia abajo.

El pasado 16 de mayo ya escribí un artículo en torno al tenebroso futuro del club con esta entidad, pero ver la dinámica del equipo hace que asuste mucho más. A la espera de saber quién será el nuevo entrenador, si habrá cambio de director deportivo y de la confección de la plantilla, las sensaciones son angustiosas. La goleada en La Cerámica ha terminado de hurgar en la herida de un afición cansada, triste y preocupada, viendo como los jugadores que puso en liza Joaquín Caparrós arrastraron la camiseta y el emblemático escudo, siendo goleado con una facilidad pasmosa. Aunque era un partido sin nada en juego, lo mínimo que se le pide a los jugadores es profesionalidad, que den la cara y que, a ser posible, sean capaces de finalizar ganando, ya que detrás tienen a muchos aficionados y socios que pagan su cuota cada temporada.

Pero no hubo nada de eso. Otro ridículo, otra derrota. Y la Directiva a verlas venir, llevándose calentito el dinero como buenos ladrones, que es lo que les interesa, dejando caer un club histórico, con siete títulos europeos. Llevar al Sevilla hacia la cima costó muchísimo trabajo, mucho sufrimiento (todo empezó con el glorioso gol de Antonio Puerta al Schalke), y estos ineptos están acabando con toda esa gloria, ese mirar de tú a tú a los grandes de Europa, y ahora estamos más cerca de volver a sufrir un descenso 26 años después que de estar donde el equipo debe estar, que es peleando por zona europea. La salida abrupta de Monchi, algo más que un director deportivo dentro de la Junta Directiva, fue el primer paso hacia el precipicio. Sin él, falta algo más que el alma. Y la retirada de Jesús Navas el pasado mes de diciembre dejó al vestuario sin corazón y líder, algo que se ha notado en los partidos posteriores.

Mirar la clasificación al finalizar la última jornada de LaLiga EASPORTS daña la vista. Ahí está nuestro Sevilla Fútbol Club, en la decimoséptima posición con unos pírricos y tristes 41 puntos. Termina solo un punto y un puesto por encima de la zona roja. Terrible. Aquel fallo del jugador del Leganés, Diomande, en la última jugada del partido disputado en el Ramón Sánchez-Pizjuán el pasado 4 de mayo que pudo suponer el triunfo pepinero (acabó 2-2), ha supuesto a la postre la permanencia del Sevilla. De haber entrado ese disparo, es más que probable que hoy las tornas hubieran sido distintas: mantenimiento del equipo pepinero, y lágrimas sevillistas.

Un gol que podría haber cambiado por completo la historia y el devenir del Sevilla FC. Pero, pese a todo, a día de hoy nada nos hace ver el futuro con optimismo. No hay por donde cogerlo. Un equipo que se había habituado a vivir en zona europea, hoy confirma su hundimiento, con solo 41 puntos, tras sumar la friolera de 17 derrotas, marcando solo 41 goles y encajando 55. Es su peor clasificación quedándose en la máxima categoría.

Y, para rematar esta temporada horrible, se le suma la investigación a Kike Salas por participar, junto a su círculo cercano, en un entramado de apuestas que podría arruinar su carrera si acaba en condena. Todo ha salido al revés este año.

Nos duele muchísimo ver así a nuestro equipo. O hay un milagro y hay cambio en la Directiva, o la próxima temporada puede ser igual, o incluso peor. Porque no siempre sonará la flauta... Solo podemos gritar ¡¡JUNIOR VETE YA!!


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