El Sevilla FC dice adiós a la Copa del Rey en el último minuto del partido.
Muchos eran los motivos por los que el Sevilla tenía la "obligación" de ganar en la noche de hoy, desde las mínimas posibilidades de resucitar la temporada hasta el trágico accidente de los aficionados sevillistas en la mañana de hoy. Sin realizar un partido brillante, los hispalenses han firmado uno de los encuentros más serios de la temporada dando una imagen de solidez que se mantuvo durante los noventa y cinco minutos del partido. Sin embargo, esa solidez no se vio reflejada en la faceta ofensiva pues los hispalenses redujeron sus ocasiones a la mínima registrando un único disparo entre los tres palos.
En la primer mitad, vimos un Sevilla que dejó muy buenas sensaciones. Aunque no era el encargado de llevar el timón del partido, vimos a un Sevilla inteligente que supo interpretar cuál era su papel en partido sin dejarse llevar por las acometidas de los colchoneros. Es de justicia, hablar también de la buena primera mitad de los sevillistas que aunque no llevaban el peso del encuentro vivió, durante muchos minutos de la primera mitad, en el campo del Atlético de Madrid. El penalti no señalado sobre Sow así como el sí pitado y errado de Griezman fueron las acciones más destacadas de una primera mitad atascada que no presentó un gran número de ocasiones por parte ambas escuadras.
Ya en el segundo tiempo el partido se abriría un poco más. Vimos a un Sevilla que tímidamente buscaba el área colchonera a través de llegadas por medio de centros laterales de los Pedrosa, Navas, Juanlu, etc. El Atleti, por su parte, también dio un paso al frente de la mano de Antonnie que avisó al Sevilla hasta en un par de ocasiones con acometidas peligrosas y algún que otro gol anulado en fuera de juego. Quizá, en una de las acciones menos elaboradas por los locales, los chicos de Simeone consiguieron hallar el tanto que servía para abrir el marcador y, a priori, cerrarlo pues no se movería el electrónico del Cívitas Metropolitano. No obstante, los minutos más picantes del partido llegarían ya con el tiempo cumplido cuando el Sevilla, ya completamente volcado en ataque, aferraba todas sus oportunidades a ocasiones como esta. Un derribo a Lamela dentro del área que, en primera instancia, fue señalado por Gil Manzano como penalti pero que tras la llamada del VAR lo acabaría anulando para esfumar así todas las posibilidades para los hispalenses de seguir en la Copa del Rey.
Se acaba el camino del Sevilla FC en esta competición que mantenía con ilusión a la entidad y a la afición. Al menos, en esta ocasión, se dice adiós a la Copa del Rey con la sensación de haber luchado y peleado de tú a tú a uno de los mejores rivales de la península. Con el sabor agridulce de haberlo tenido tan cerca el Sevilla ya solo baraja un único objetivo de aquí a final de temporada y no es otro que la permanencia.