En un giro inesperado, el presidente de la Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, ha dado marcha atrás en su intención de presentar su dimisión ante la Asamblea General del fútbol español.
Aunque en la tarde anterior había comunicado a su círculo íntimo su decisión de renunciar, durante la noche cambió su postura de manera contundente frente a los 75 asambleístas reunidos. Declaró enfáticamente: “No voy a dimitir, no voy a dimitir, no voy a dimitir”.
Luis Rubiales ha argumentado que está siendo víctima de lo que él denomina un “asesinato social”, señalando al “falso feminismo” como responsable de la situación. Además, ha defendido el incidente del “pico” con Jenni Hermoso, asegurando que fue “espontáneo, mutuo, eufórico y consentido”.
Durante su intervención, Rubiales compartió que ha enfrentado una serie de presiones para abandonar su cargo, incluso llegando a recibir advertencias de que sería destituido el próximo lunes. Sin embargo, dejó claro que en un país regido por la ley, es esencial contar con razones sólidas para justificar una dimisión. Ante esta situación, manifestó: “Agradezco estar en España para poder defenderme, voy a defenderme y quienes me conocen saben que llegaré hasta el final. Esta campaña no responde a la verdad ni a la justicia”.
Luis Rubiales muestra su determinación al desafiar al Gobierno y a los diferentes estamentos que solicitaron medidas enérgicas, incluida la propia Jenni Hermoso a través de su sindicato.