Con ya doce jornadas disputadas el Cornellà sigue en su misma linea de lo habitual con una victoria reciente.
El conjunto catalán empezó con ciertas dudas en cuanto a su juego se refiere. No obstante, a medida que ha ido madurado la competición, su juego también lo ha hecho. Además, en su casa han creado un gran fortín donde sacar puntos está muy difícil.
Tácticamente hablando los pupilos de Raúl Casany se posicionan asiduamente en un 4-4-2, donde juntan mucho las líneas para conformar un equipo muy sólido por dentro y sin apenas presionar arriba, creando un bloque medio donde no defiende ni muy adelante ni muy encerrado atrás.
No en vano, si hablamos de la posesión de balón, al conjunto catalán no le importa ser dominado con este mismo al encontrarse muy cómodos en los partidos sin él y con la clara intención de estar muy activos en los robos de 3/4 de campo para que a partir de ahí los extremos generen mucha verticalidad y dinamismo, sumando a los movimientos interiores de los puntas y las llegadas en segunda línea.
Seguidamente, hay que aclarar varios conceptos y aspectos donde debe mejorar y otros donde son muy expertos. Uno de sus puntos débiles es a la hora de replegar rápido en caso de haber ejecutado una transición ofensivas. Es por ende que es vital aprovechar esa desventaja a base de salir rápido con los desmarques al espacio tanto de Nacho Quintana como de Iván Romero.
Al otro lado está el aspecto aéreo. Los catalanes disponen de grandes hombres que son especialistas en el balón aéreo por lo que el recurso del centro lateral quedará completamente anulada y en ataque los catalanes pueden aprovechar esta virtud para el balón parado, donde las fuerzas se equilibran.
Sin duda alguna es un equipo muy preparado y con las ideas muy claras. Viajar allí y jugar allí será complicado pero la maquinaria de Alejandro Acejo poco a poco está cogiendo fuelle y sin duda alguna llegará el punto en el que coja velocidad de crucero y con ello una buena dinámica de resultados.