ANÁLISIS | Athletic Club: Los leones rugen hasta el final

Los Athletizales buscan engancharse a los puestos europeos y redondear la campaña entrando en Europa y cosechando un título, la Supercopa de España.

Los pupilos de Marcelino García Toral están inmersos en plena lucha por los puestos Europeos. Tras el fiasco doble en Copa ante la Real Sociedad y el FC Barcelona,  los vascos se centran ahora en la Liga y terminar lo más arriba posible para tener un 2021 redondo, con título incluido, la Supercopa de España..

Aunque para ello, los vascos han vivido una completa reconversión con la llegada del asturiano al banquillo vasco. Con Garitano, el equipo vivía en una completa y constante hecatombe, cosechando resultados pésimos y en una zona delicada de la competición doméstica. Si es cierto que se encomendaban a la Copa del Rey, donde han hecho una gran campaña pero en general los resultados fueron muy irregulares.

Ahora con Marcelino la situación ha cambiado por completo, teniendo un gran ambiente en el banquillo que se traduce en la competitividad y el buen fútbol que desprende en cada terreno de juego que pisan. Desde que llegará, el sistema de juego del equipo ha cambiado por completo. Ha pasado a un 4-4-2 clásico solo con variaciones en los dos de arriba dependiendo de estilo de jugador que jugaba en punta.

El equipo, normalmente se posiciona en un bloque medio-alto, por lo cual significa que ejecuta una presión alta y agresiva, teniendo su retaguardia de centrales bastante alejada de su propia área por lo que la salida de balón del Athletic se puede fundamentar o a balones largos con destino a los desmarques de ruptura o al espacio de Williams o con pases verticales y eficaces a Unai Vencedor para que este, con la gran capacidad y visión de juego que tiene, comience la transición ofensiva. No en vano, la presión tras pérdida es uno de los puntos fuertes de este equipo.

No obstante, uno de los principios de este equipo es la agresividad, en el punto bueno claro está, que van a cada disputa individual, tanto en tierra como en aire. Van al 100% en cada disputa y normalmente las suelen ganar todas. Imprimen mucho ritmo en cada partido y si te desconectas un poco acabas pagándolo. Además, su buena fiabilidad defensiva y su carácter aguerrido hacen de él un equipo que está vivo hasta los últimos compases de cada encuentro.