El Sevilla cayó por dos goles a cero ante un Girona que apenas sufrió. Los goles de Iván Martín y Abel Ruíz le arrebataron a los hispalenses la opción de sumar ante su afición por primera vez en la temporada. En liga, los andaluces no ganan desde el 5 de mayo, victoria por tres a cero ante el Granada.
El Sevilla salió enchufado
A diferencia de partidos anteriores, los de García Pimienta salieron con todo desde el pitido inicial y en menos de 10 minutos llegaron con facilidad a la meta defendida por Gazzaniga. La elástica nervionense realizó cuatro disparos en los primeros instantes del partido, empero, solo uno fue entre los tres palos (25%). El club catalán apenas amenazaba a la zaga andaluza y los locales se iban creciendo con el paso de los minutos. Una doble ocasión para el conjunto andaluz a los veinte minutos y una para Yangel Herrera que no encontró portería fueron las últimas ocasiones antes de la pausa de hidratación.
La pausa de hidratación, un antes y un después del partido
El Sevilla estaba cómodo cobre el verde, los hispalenses iban moviendo el balón por mediación de Agoumé (91% precisión de pase) y Sambi Lokonga (96% de precisión de pase). Sin embargo, tras la parada para recuperar fuelle, los visitantes dieron un paso para delante y comenzaron a crear ocasiones. En la reanudación, un tiro lejano de Miguel Gutiérrez casi sorprende a Nyland (el noruego realizó dos paradas) y al 40 de partido, Iván Martín batió al cancerbero noruego. Tras el gol y yendo por debajo en el marcador, la entidad sevillista buscó el gol del empate sin éxito, dos disparos al filo del descanso detenidos por la zaga catalana dejó al Sevilla por debajo en el marcador.
Un Sevilla dominante en la primera mitad
En el primer tiempo, la posesión estuvo repartida durante los primeros 45 minutos (48%-52%), pero los visitantes estaban más acertados (con un 91% de acierto, el Sevilla un 85%). Los locales se plantaron bien atrás con ese doble pivote que planteó García Pimienta y solo permitieron disparar dentro del área de castigo en dos ocasiones; el Sevilla lo duplicó, y una desde la frontal del área; aquí el Sevilla realizó cuatro. Aunque el club rojiblanco estaba bien en el campo, la falta de efectividad en campo rival y de fortaleza en campo propio sentenciaron a los nervionenses.
Un Sevilla cansado y un Girona agresivo
En la segunda parte, se notó enseguida el cansancio de algunos jugadores como Juanlu y Ejuke. Al sevillano se le vio perdido en esa posición de enganche y su poca participación en el juego, por culpa del degaste de la presión, mermó los ataques sevillistas. El ganador olímpico realizó 11 pases correctos y tuvo un 69% de precisión, muy inferior al 88% que obtuvo durante los juegos olímpicos. Por otro lado, el nigeriano fue un peligro constante para Francés. El extremo sevillista tuvo un 100% de precisión en centros al área, un 50% de disparos a puerta, un 58% de regates completados y tres pases claves. Su leve bajón en la segunda mitad se notó en el juego del equipo.
En la segunda mitad, la posesión volvió a estar repartida (51%-49%), pero los visitantes aprovecharon el cansancio local para abalanzarse sobre el portero sevillista. La falta de eficiencia de los jugadores del Girona salvó a los locales de una derrota más abultada (solo un 25% de golpeos a portería), aunque el Sevilla tampoco estuvo acertado (37,5%).
"Colo" Barco, omnipresente
El lateral argentino debutaba en su nuevo club, ante su afición y ante un equipo muy exigente, empero, el joven lateral de 20 años asumió el reto y cogió galones durante el encuentro. Valentín Barco jugó el partido completo en su debut. En defensa estuvo correcto; un despeje, una intercepción, seis entradas y solo dos veces regateado. En ataque, él apareció por el carril izquierdo, de mediapunta, de interior y, en alguna jugada, estaba de delantero junto a Isaac. El argentino botó los saques de esquina y ejecutó los libres directos. En ataque, repartió 34 pases precisos (83% de precisión), cuatro pases largo acertados (29%), diez duelos ganados (59%) y tres faltas recibidas.
Una plantilla inexperta y con falta de liderazgo
En el partido se vio que faltaba un jugador que imprimiera liderazgo, veteranía y levantara la cabeza en los momento difíciles. El capitán fue Marcao, que hizo un gran encuentro liderando la zaga, pero llevó el brazalete un jugador que solo había disputado 23 partidos defendiendo la camiseta del heptacampeón de Europa. Las jugadas a balón parado y el juego del equipo, cayeron en la botas de un jugador de 20 años que lleva ocho partidos en Europa y era su debut. Además, los hispalenses tuvieron la tercera plantilla más joven de la jornada (25,1 años) y eso en los momentos de crisis se nota.
El Sevilla FC solo ha ganado cuatro de los últimos 19 partidos en el Ramón Sánchez Pizjuán (Atlético de Madrid, Real Sociedad, Mallorca y Granada, sus víctimas). Con 4 victorias, 5 empates y 10 derrotas, el club andaluz suma 17 puntos de 57 posible. Además, la elástica hispalense lleva cuatro derrotas consecutivas como local, es el peor registro en los últimos 22 años. Se va al parón de selecciones con 2/12 puntos posible, el segundo peor comienzo posible en todo el S. XXI.
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