Este pasado sábado, Trofeo Antonio Puerta, tradición, homenaje y presentación de cara a la nueva temporada, se unen en un mismo día lleno de sevillismo. El Cádiz C.F. era el rival escogido para ello este año y no le puso las cosas fáciles al conjunto de Julen Lopetegui. Resultado ajustado, dudas que se repiten y también algunas certezas positivas.
El club gaditano, era el invitado al trofeo homenaje a "La Zurda de Diamante", un equipo, el de Sergio González que ha conseguido una nueva permanencia en Primera en su segundo año y que es uno de los rivales más incómodos del campeonato, es decir, un buen test para calibrar de verdad como se encuentra el equipo para afrontar una nueva temporada, la cual comenzaba en tan solo una semana con una visita a El Sadar.
La alineación iba en sintonía con lo mostrado en el resto de la pretemporada, aunque con Gudelj de central en el perfil derecho y Delaney como pivote único. Posicionalmente en campo contrario, Delaney se quedaba cerca de los pivotes ya fuera para sacar el balón como para equilibrar a Acuña y Jesús Navas que se colocaban en una altura mayor, "Papu" adoptaba el rol de organizador y "trequartista", Jordán en la frontal, Lamela por dentro en el perfil derecho y Corona "pegado" a línea de cal, además de En Nesiry fijando a los centrales. En este sentido esto ayduaba a que la circulación fuera algo más rápida, pero el problema seguía siendo el tiempo que pasaba el balón en los pies de cada jugador y la poca movilidad existente en ataque.
Defensivamente, mismos defectos que en anteriores amistosos y la pasada temporada, "Papu", aunque lo intenta y Jordán, no tienen la capacidad de encimar y no dejar girar a su marca, los de Sergio, cuando superaban esa primera línea de presión, tenían campo abierto para correr, ya que Delaney tampoco llegaba a las coberturas (siempre ha brillado con un pivote natural al lado) y el conjunto del técnico vasco ya tenía que replegar de forma rápida, intentando trabar a poseedor de balón para así asentarse bien en bloque bajo.
Bien plantado el Cádiz, el Sevilla solo tuvo oportunidades con algunas internadas de Acuña y Tecatito que eran los que más profundidad y desborde aportaban al equipo, con un Jesús Navas algo más centrado en hacer su jugada clásica, para acabar centrando. Hay que volver a recalcar la cantidad de soluciones que brinda Lamela por dentro, para asociarse y además probar su tiro, que desde la frontal también puede ser una alternativa para finalizar jugadas.
Última prueba de pretemporada y queda claro que a falta de más fichajes que consigan espantar las carencias del Sevilla con y sin balón, hay luces, las hay, pero muchísimas dudas y calcadas a las de la temporada pasada.