Un quiero y no puedo constante, el Sevilla F.C. de Lopetegui 21/22.

A priori era la temporada del sorpasso, no se vendió como tal, ni creo que fuera una expectativa real dentro del consejo de administración y los ejecutivos, pero a medida que pasaba la temporada, todo invitaba a pensar en ello y en el club y en el entorno caló esa idea, la no venta de Diego Carlos y la llegada de Martial y "Tecatito" Corona en invierno, fueron las señales definitivas, desde el club, se empezó a creer.



Año III del binomio Monchi - Lopetegui, una temporada 2020 - 2021 en la que el Sevilla F.C. intentó pelear el campeonato liguero hasta el final, unas semifinales de Copa del Rey y una Champions donde por minutos los de Julen no consiguieron eliminar al Borussia de Dortmund en octavos de final. Un temporadón se mire como se mire y que invitaba a pensar que este entrenador y esta plantilla estaban en disposición de seguir haciendo historia e intentar dar un paso más.

Nos remontamos al verano anterior, Monchi se enfunda el mono de trabajo como todos los años y entre sus objetivos se encontraban mantener el bloque del año pasado y reforzar al equipo sobre todo en las portería, los laterales, en la medular, con un sustituto de Fernando y en la punta. Dicho y hecho, Bryan Gil (que venía de hacer una gran temporada con el Eibar) y una oferta del Tottenham de 25 M + Erik Lamela, le hacía sumar un efectivo más en las bandas, claves en el modelo de juego de Lopetegui, y además financiar junto a las ventas de Arana (2'5 M) y Sergi Gómez (1 M), el 70% del mercado de fichajes estival, con jugadores como Dmitrovic, Augustinsson, Montiel, Delaney, el ya mencionado Lamela y Rafa Mir (28'5 M en ventas y 41'5 M en fichajes). 

Analizando en global, tenemos en La Liga, una primera vuelta espectacular, con 12 victorias ( 7 en casa y 5 como visitante), 5 empates (2 en casa y 3 como visitante) y tan solo 2 derrotas (Las 2 como visitantes), mostrando una solvencia absoluta en el Sánchez Pizjuan como es habitual y una fiabilidad, propia del Sevilla de Lopetegui, fuera de casa, nunca antes vista en Nervión. Sin embargo, cerrando el año y comenzando el advenimiento de una plaga de lesiones mortífera, que comenzó en el mes de Diciembre, la 2ª vuelta ha sido un calvario para Julen y su cuerpo técnico, 6 victorias (5 en casa y 1 como visitante), la mitad que en la primera vuelta, 11 empates (4 en casa y 7 como visitante), claves para la consecución del objetivo y 2 derrotas (1 en casa y 1 como visitante). En total, 34 partidos sin perder, 18 victorias y 16 empates, un numero de "igualadas" muy llamativo y que habla mucho de la gran capacidad de sufrimiento y resiliencia de esta plantilla, y solo 4 derrotas, cifras que sin embargo solo han servido para asegurar el objetivo principal, la clasificación de la Champions League como 4º.

En competiciones europeas sin embargo, el conjunto de Nervión, ha protagonizado un descalabro horrible, primero con la Champions League (1 victoria, 3 empates y 2 derrotas) en un grupo asequible para el Sevilla y en Europa League, como 3º de su grupo, sufriendo mucho en la eliminatoria contra el Dinamo de Zagreb y culminando una gran decepción con la eliminación ante el West Ham, 1 - 0 en el Sánchez Pizjuán y 2 - 0 en el London Stadium.

¿Cuáles pueden ser las causas y razones de esta temporada tan irregular respecto a la pasada? Aquí van unos datos:

Las lesiones: Es una circunstancia que ningún aficionado sevillista puede obviar, no hay ningún jugador del Sevilla FC que no haya estado fuera de juego, en algún momento, por motivos de salud. Además de las continuas bajas por lesión, muchos de ellos han sido positivos en COVID-19. Solo se ha disputado dos partidos sin bajas. La media de bajas por partido durante la temporada ha sido de 4,5. Es decir, entre cuatro y cinco en cada convocatoria. La gran plaga de lesiones comenzó en diciembre. Contando los partidos desde principios de ese mes, la media asciende a 6,4 bajas por partido, más de seis. El mes de enero fue el peor, con una media de 9 bajas por partido. Es totalmente comprensible que un equipo baje su rendimiento con esa media de lesionados cada encuentro. (Datos de Manuel Luque en La Colina de Nervión).

- Una forma de atacar plana y predecible: Es algo que cualquier aficionado que haya seguido el Sevilla en la etapa Lopetegui sabe identificar rápidamente. La forma de atacar siempre es la misma en cada partido, es muy difícil ver unos recursos distintos al ataque estático, al intento de desbordar por bandas y el centro, de hecho es el equipo más amplio con balón, es decir, el equipo con el Convex Hull (métrica estadística que mide el área más chica que ocupan los jugadores de cada equipo, sin el arquero, al unir sus posiciones) más alto de la categoría en fase de ataque. Para especificar más aún esta evidencia, el 57% de los goles de los de Lopetegui (30) han sido en "juego abierto" mientras que tan solo el 6% (3) han sido al contrataque, lo que habla de una idea clara de controlar el balón, de intentar progresar a través de la posesión y de la estancia en campo rival, pero de lo que a veces puede ser que se abuse demasiado. (Datos de La Liga y Whoscored)

- Binomio Jordán - Rakitic: Cuando se quiere atacar en estático, la zona del campo que más importancia tiene, es el centro del campo, ahí el Sevilla no ha acertado en ninguna de sus decisiones, la más evidente la alineación en los interiores de Rakitic y Jordán. En un centro del campo de 3 y donde se quiere tener la posesión y atacar a través de ella, vas a encontrar muy pocos espacios en fase ofensiva, para ello se requiere tener roles claros en la medular (contención, organizador desde la base, visión de juego en 3/4, etc...). Bueno, pues ahí ha estado uno de los grandes males sevillistas, la falta de ideas, la creatividad y el juego entre líneas y Jordán y Rakitic no podían darte nada de ello, Jordán porque es un organizador desde la base y no actua más adelante y Rakitic porque es más un llegador, alguien de "estar" para engatillar, para el disparo lejano, poco más. Hay Papu era clave, pero como demuestran sus mapas de calor, la mayor parte del tiempo ha estado encorsetado en la banda con otras labores, que las que realmente necesitaba el equipo, aunque él, voluntarioso, ha intentando en infinidad de ocasiones ocupar esa zona. (Mapas de calor de Sofascore)

- Poca productividad en ataque: Un equipo que aspira a dar el paso más allá de la 4ª plaza, necesita "punch" y sobre todo un liderazgo claro que te saque las castañas del fuego en ataque cuando este se atasque, en el Sevilla esta figura no existe. Si observamos la tabla de máximos goleadores sevillistas, observamos una diversificación muy clara del gol entre muchos jugadores (algo que tiene muchas lecturas positivas, pero también negativas por lo que cuento), hasta 6 de ellos están entre los 4 y 10 tantos y es preocupante que los delanteros ( En Nesiry y Rafa Mir) hayan metido casi los mismos goles (15) que un solo futbolista como Joselu Mato (14), que sonó para el Sevilla el pasado verano. (Datos de Sofascore).

Estos problemas se centran sobre todo, en la sala de maquinas y en la génesis de la jugada, en la progresión de esta y en la ejecución. Este equipo se ha sostenido sobre todo en una fiabilidad defensiva (tan solo 30 goles encajados) que muy pocos equipos tienen, pero ha de aspirarse a no solo "saber sufrir" sino también en "saber proponer", tener unos automatismos y recursos más diversos en ataque y sobre todo generar ocasiones de mayor calidad para facilitar más la vida al delantero, que en el Sevilla se le presupone un gran olfato goleador. Además de intentar resolver (aunque es un patrón muy marcado dentro del fútbol español) la clara diferencia de "ritmo" "velocidad" e "intensidad" del juego con respecto a los equipos europeos, sobre todo alemanes e ingleses, con los que el Sevilla se ha encontrado este año en las competiciones continentales y ha sufrido en demasía.

Por ello este verano será muy importante para Monchi y Julen, que seguro que ya tienen detectados estos problemas y sus soluciones y cuales deben ser los pasos a dar para conformar un nuevo grupo que se ajuste al modelo de juego del entrenador y a la misma exigencia de las 3 temporadas anteriores. Verano muy importante en Nervión.