La obra maestra del sevillismo cumple 40 años

Tal día como hoy, tuvo lugar cuatro décadas atrás la inauguración de dicho mosaico, diseñado por el artista Santiago del Campo.

Foto vía: El Correo de Andalucía



Desde su origen hasta hoy, podemos decir que es una de las obras de arte más visitadas de la capital hispalense. Todo aquel admirador del fútbol y del arte habrá oído hablar por doquier de esta pieza maestra, representación de la historia y del sentimiento rojiblanco. 

El artista Santiago del Campo -cordobés de nacimiento y sevillista de corazón- fue el encargado de embellecer la fachada del Sánchez Pizjuán. Dicha obra, ubicada en la zona de preferencia, fue realizada con motivo del Mundial de España de 1982, "el primer gran evento deportivo" acogido por el estadio nervionense. 

Con esta representación, el autor quería retratar "la fraternidad que da el deporte, lo bonito que es jugar con el otro y respetar al contrario", como apuntaba en una de sus entrevistas. 

Detrás de las incógnitas y las polémicas

Lo cierto es que para muchas personas sigue siendo una incógnita el hecho de que aparezcan representados algunos banderines de equipos nacionales -Sabadell, Celta-, europeos -Benfica, Milan- e internacionales -River Plate-. Para el autor, "los banderines muestran la historia del fútbol sevillista" y "sirven para conservar el recuerdo del otro y el saber ser amigo". Asimismo, para el artista, los equipos representados "tenían un vínculo significativo con la entidad" hasta aquel entonces.

La propuesta inicial del mural trajo consigo alguna que otra polémica bajo el brazo: añadir el nombre de algunos jugadores legendarios para la entidad, como Arza o Mateos, entre otros. Ante esta controversia promovida por la prensa, el club optó cambiar la idea original por unos azulejos de color cobrizo.