Lopetegui se sincera para ABC: "La exigencia es buena para crecer, no para hacerse el harakiri"

"La profesión del entrenador es así. Las familias nos ayudan para que no nos sintamos bichos raros". El entrenador vasco muestra su cara más íntima en una profunda entrevista para el diario ABC.

No son pocos los protagonistas que aprovechan el parón de selecciones para conceder entrevistas. Uno de ellos es Julen Lopetegui. Durante su entrevista para ABC de Sevilla, el entrenador vasco compartió su opinión sobre la actualidad nervionense, su estado personal y algunos nombres propios.

Preguntado por cómo vive el presente del club, Lopetegui es consciente de las circunstancias tan excepcionales en las que se encuentra el mundo del fútbol: "Es un año complicado, donde prácticamente no ha habido vacaciones. Tenemos a doce futbolistas que han tenido sólo cinco días de descanso. Es algo inaudito. Y el resto, doce días. Fue una temporada muy exigente y muy larga, por todo lo acontecido. Lo que ocurre es que estamos en un estado de excepción, en todos los sentidos, donde realmente no creo que sea bueno que nos quejemos. Tal y como está la sociedad, nosotros tenemos que adaptarnos. Conseguimos un hito histórico al ganar la Europa League, compitiendo hasta el 22 de agosto, y ahora tenemos las consecuencias de haber alcanzado todo eso, pero lo aceptamos con naturalidad. Y con gusto. Miramos hacia adelante porque tenemos retos muy ilusionantes y muy bonitos".


La mentalidad se antojará clave para afrontar la sobrecarga de partidos: "En el fútbol, en la tarea de entrenador siempre hay muchas aristas y aspectos a tener en cuenta. Eso ocurre en cualquier situación normal, pero en ésta mucho más, por lo que bien comentas. El contexto y el día a día son totalmente diferentes. También por la condensación de la temporada. Tratamos de hacerles ver a los futbolistas que lo que nos toca es ocuparnos, no preocuparnos: dedicarle todas nuestras energías y cariño a la profesión. A las recuperaciones, a cuidarnos, a impulsar todo el contexto de lo que significa un equipo. Tratamos de transmitir que vamos a necesitar la aportación de absolutamente todos los jugadores. Todo el mundo tiene que estar preparado. Tenemos partido cada tres días. Nuestra tarea es transmitir bien todo eso a los chicos y que todos seamos cómplices y partícipes de la ilusión. No podemos pararnos demasiado en los peros. En una realidad donde tú no controlas las situaciones, lo único que podemos hacer es adaptarnos y poner todo nuestro trabajo y energía para buscar esa adaptación. Trasmitimos a los chicos que no vale de nada quejarnos ni patalear, sino que hay que buscar soluciones y adaptarnos para dar lo mejor de nosotros mismos".


Ante la polémica suscitada por los horarios, el vasco no se muerde la lengua: "Porque realmente creo que eso es algo que sí se puede cambiar. De lo que no se puede cambiar no vale para nada quejarse. Pero hay cosas que sí se pueden matizar. Lo que pido va a favor del fútbol y del futbolista, evidentemente, y también es por la igualdad competitiva. No podemos dar ventajas innecesarias a los rivales ni poner en dificultades a nuestros futbolistas. Cuando se puede, se puede. En este caso del partido contra el Osasuna se podía claramente. Se podía jugar al día siguiente. No es algo para nosotros. Para cualquier equipo habría dicho lo mismo. Era algo evitable lo de jugar el sábado. Y en lo que es evitable creo que todos los organismos competentes tienen que tener esa responsabilidad. No se nos puede olvidar que el protagonista final de todo esto es siempre el futbolista y hay que cuidarlo. En las cosas que se pueden cambiar, como la anterior, emito mi opinión. En las que ya sé que no se van a cambiar, aunque todos tengamos nuestra opinión, ahí no incido. Porque si no generamos un caldo de cultivo negativo. El protocolo es el que es. Cada uno puede tener su opinión, pero emitir esa valoración creo que no es bueno. Todos nos tenemos que adaptar a él. De lo contrario, no ayudaríamos. Prefiero ser disciplinado. Lo aceptamos y nos adaptamos. El objetivo general es que el fútbol siga y que lo haga de la mejor manera posible".

Lopetegui valora la mala racha del equipo como algo puntual: "La autoexigencia y la crítica bien entendida, así como el ser ambiciosos a nivel de club, jugadores y entrenador, creo que es algo positivo, sinceramente. La exigencia nos obliga a todos estar con las orejas muy tiesas. Permanentemente. Ésa es la única manera de crecer y mejorar. Pero eso no quita que las cosas se vean con perspectiva. El énfasis lo pongo en el hecho de que las temporadas son muy largas y exigentes. Muy duras. Los objetivos llegan en los meses que llegan, al final. La exigencia es buena para crecer, no para hacerse el harakiri. Me identifico plenamente con la exigencia del Sevilla. También es bueno que los propios medios de comunicación nos trasladéis esa exigencia. Tenemos que aceptar esa situación con naturalidad. Tenemos que exigirnos, ser capaces siempre de revertir las críticas en halagos. ¿Cómo se consigue? Pues trabajando más, siendo capaces de buscar soluciones y ganando partidos, que es de lo que se trata".


Preguntado por la figura de Aleix Vidal y algunos canteranos Lopetegui lo explica claramente: "Aleix es un chico de nuestra plantilla. Aunque ha estado jugando más adelante, sí se identifica con esa posición de lateral. Sin duda que nos puede ayudar en esa situación de necesidad. También podemos buscar otras soluciones intermedias. Jules Koundé jugó el año pasado algún partido ahí. Igualmente, hemos podido adaptar a otros jugadores a esa posición e incluso cambiar de sistema, en función del rival o los condicionantes que veamos. En cuanto a los chicos de la cantera, todavía tienen que seguir progresando, quemando etapas y mejorando. Alguno de ellos entrena con nosotros bastante. Cuando llegue el momento, decidiré en función del matiz que le quiera dar al equipo".

Rekik, según Lopetegui, se ha adaptado rápido al equipo. De hecho, se estrenó en el partido ante el Krasnodar. Pero las dudas sobre el estado físico de Gnagnon retrasan por el momento su debut. "Rekik está mejorando. Llegó con una carencia competitiva y también de preparación. También arrastraba algún problemilla. Ya lleva un tiempo de adaptación y creo que se está adaptando muy bien. Nos va a ayudar, sin ninguna duda, porque es un futbolista que tiene muy buenas condiciones. Creo que se va a adaptar a lo que le pedimos. En cuanto a Gnagnon ahora tiene la tarea de ganarse nuestra confianza. Se la tiene que ganar en el día a día. Él ya ha empezado a entrenar con nosotros, con el grupo. Deseamos que siga estando en el perfil que debe estar un jugador del Sevilla FC. Será bueno para él y también será bueno para nosotros".

El entrenador vasco espera muy pronto la aparición de Idrissi: "Ojalá lo tengamos pronto a disposición. Es un chico por el que tenemos mucha ilusión por que nos ayude. Por desgracia, llegó con una lesión más compleja de lo que pudiera parecer al principio. Y además se le complicó. Todo apunta a que está en la fase final de su recuperación. Estamos deseando que siga así y tenerlo pronto. Al igual que Suso, que también se perdió los últimos partidos y esperamos que los dos puedan estar pronto a nuestra disposición. Idrissi tendrá que ir cogiendo el ritmo competitivo. Una cosa es el alta médica y otra el alta competitiva, para que pueda coger el ritmo del equipo. Pero, bueno, ya cuando pueda trabajar con nosotros todo será más sencillo".


Ante las variantes que podría aportar el extremo en el sistema de Lopetegui, el entrenador es claro: "Lo vimos con su equipo, el AZ. Con nosotros no lo hemos visto. No ha podido. Hizo un entrenamiento y no ha podido hacer más hasta ahora. Es cierto que por lo que pude verle en su equipo es un jugador que tiene buenas condiciones. Tiene que adaptarse al ritmo de La Liga española, que nada tiene que ver con la holandesa. Tiene condiciones para hacerlo y para ayudarnos. Todo eso queremos que empiece ya a funcionar, a adaptarse, a acelerar procesos, a coger el ritmo en una posición que para nosotros es muy importante y nos puede ser muy útil".


También admite preocupación por el estado físico de algunos jugadores: "Acabamos preocupados en el último partido ante el Osasuna. En-Nesyri se ha ido con su selección. Parece que está mejor y que va a intervenir en alguno de los partidos que tiene Marruecos. La valoración sobre su estado puede ser positiva, por eso ha viajado. Ahora cruzamos los dedos para que no venga mal. Con Jesús Navas estamos aún un poco en la valoración de su lesión. Esperamos y creemos que no va a ser algo muy agudo, pero no lo sabemos. Seguimos esperando a su evolución. Lo de Acuña es parecido a lo de Jesús, pero lo que ocurre es que él tiene una lesión antigua que de vez en cuando le da molestias. En este caso le avisó y tuvimos que cambiarle. Vamos a esperar un poquito y ser prudentes. A ver si los podemos recuperar de cara a la vuelta de la competición. Ojalá que sea así".


Julen considera el torneo nacional como uno de los más igualados de los últimos años: "La fase de grupos de la Champions no tiene nada que ver con la de la Europa League. Hay niveles de exigencia. Jugar en La Liga después de hacerlo en la Champions, con este calendario tan condensado que tenemos y añadiendo ahora que los internacionales juegan tres partidos con sus selecciones y no dos… todo eso afecta. En La Liga te enfrentas a equipos que han tenido ocho días para preparar el partido y en nuestro caso tenemos menos de 72 horas en muchas ocasiones. Es un hándicap importante que está ahí y tenemos que ser capaces de superarlo. Todo eso lleva a la parte que me comentas, a esa igualdad. Ya de por sí La Liga es igualada y hay mucho nivel en todos los equipos. Hay muy pocas diferencias. Es la realidad. Son pequeños detalles los que te hacen estar más arriba o más abajo. Eso te obliga a competir al límite en cada partido. Es algo que repito mucho. La igualdad es más contundente que otros años".


Lopetegui admite que apenas tiene tiempo para ver fútbol: "Es una realidad. Apenas veo partidos que no sean del siguiente rival o de los que jugamos nosotros, para analizarlos y sacar conclusiones. Tenemos partido cada tres días… no veo más allá del siguiente equipo al que nos tenemos que enfrentar. Mis ayudantes sí pueden analizar algo más allá. Algunas veces, al llegar a mi casa, pillo algún partido en la televisión y lo veo, pero me da tiempo a muy poco más".


El de Asteasu se muestra exultante tras el éxito en Sevilla, pero también sufre los daños colaterales de la falta de tiempo en sus relaciones familiares: "Nuestra profesión no se puede entender de otra forma. En un verano normal habríamos tenido algo más de tiempo para disfrutarlo. Pero, bueno, sarna con gusto no pica. Ésta es la profesión que nos gusta y nos apasiona y todo eso forma parte de ella. Lo que me estás comentando también me lo dice mi mujer: '¿No vas a poder disfrutar ni un día?'. Sólo disfruto en la cena de después de ganar un partido. Luego por la noche ya me pongo a pensar en lo que viene, en lo que hay… esta profesión es así y tenemos la suerte de que las familias lo aceptan. Nos ayudan para que no nos sintamos bichos raros. Soy feliz entrenado al Sevilla FC. Soy feliz en Sevilla. Y soy muy feliz por haber podido intervenir ya en una pequeñita parte de la historia del Sevilla FC. Y ahora soy feliz por seguir sintiendo que en el Sevilla FC los mejores tiempos aún están por venir", sentencia el entrenador.