OPINIÓN | "El problema está en el mediocampo, no en la delantera", por Sergio Álvarez

Nunca fue fácil, siempre hubo dudas. Desde la llegada a la capital hispalense de Julen Lopetegui, si ha habido un punto negro en algunos momentos de la temporada anterior y actual ha sido la falta de gol. Este equipo siempre se envuelve una competitividad en todas sus líneas, pocas veces se ve a alguien que no concuerde con el nivel general, en su mayoría, nadie desafina. 


Quizá la incertidumbre llega con la falta alguien que en días malos te resuelva la papeleta. ¿Es culpa de los delanteros la falta gol?

El Sevilla sin duda es un equipo de cantidad y no tanto de calidad. Aquí importa mucho la implicación de sus extremos, que no paren de intentarlo. Visto sus últimos partidos, la presencia de Lucas Ocampos en banda izquierda hacen minimizar sus atributos con respecto a lo realizado en banda derecha, al lado de Jesús Navas. Puede haber tambíen otros factores: el cansancio, falta de preparación para la nueva temporada...

El fútbol sevillista con Lopetegui se ha basado en juego exterior, donde Ocampos por constancia, personalidad y pegada es una parte muy importante del conjunto hispalense. El nivel mostrado sus últimos encuentros ha sido bajo, quizás había cierta dependencia del argentino.

Está demostrado que el punta nervionense está solo, pero no creo que esto preocupe mucho a Julen Lopetegui. Así es, que se encuentre como un llanero solitario Luuk de Jong, forma parte del plan del técnico vasco. Solo hay que mirar la cantidad de centros que se generan desde las bandas por partido y ver como apenas hay apenas uno esperando el remate. Al final siempre están solos, pero como digo, forma parte del plan. El juego se basa en aprovechar las segundas jugadas, la mayoría de los futbolistas bordean el área en busca de ese rechace rival para así pillar desordenado al otro equipo y a partir de ahí: construir y generar espacios.

Es una evidencia la necesidad de ese punto extra en el área atacante, que En-Nesyri no está cumpliendo con las expectativas. Su trabajo es innegable, cada partido se muestra solidario en la presión, pero peca de calidad individual, asociación con sus compañeros ante defensas replegadas.

Hasta el momento, todas esas carencias se han suplido con los jugadores de segunda línea. Este juego hace también evitar muchos contraataques de los rivales. Todo forma está muy trabajado. Y ese delantero que actúa de 'llanero solitario', de manera indirecta, hace que todo lo demás esté equilibrado, que se encuentren pocas fisuras en un conjunto muy construido, pero con la falta de un jugador de suma calidad que haga aprovechar las ocasiones que se desperdician.

Quizás la culpa no es tanto del delantero, si no que también interviene lo que ocurre en el mediocampo. La falta de creatividad podría solucionarse con aquellos que den más velocidad al juego. Futbolistas como Óscar Rodríguez, donde sin duda demostró ante el Eibar ser el más activo desde banda, y aún más incisivo desde la posición de interior. Con Óliver Torres, otro futbolista que aporta ritmo, mordiente... Joan Jordan, sin ser titular indiscutible como el croata, genera más ventajas y provoca más vértigo al fútbol hispalense, dotándolo de mayor compás. A lo mejor, la reducida producción de goles radica en que hay pocas ocasiones y no en aquellas oportunidades que se fallan.