Sevilla, Bayern München, París Saint-Germain e Inter de Milán, son los únicos en Europa que, tras un año de competiciones nacionales e internacionales, mantienen candente la llama de luchar por títulos en el viejo continente
La pretemporada en 2019 no podía comenzar con más ilusión para la afición hispalense, Ramón Rodríguez Verdejo 'Monchi', volvía al Sevilla FC con la finalidad principal de volver a estar entre los cuatro mejores de España. El director deportivo sevillista añadió una frase que dió mucho que hablar en el prólogo de la temporada: "confiad en lo que va a quedar como resultado final de ese famoso cuadro que vendo diciendo, porque va a salir algo muy bonito".
Monchi, al principio en el cuadro quería usar unos tonos, tenía a la opinión pública en su contra, aún así estaba seguro que el lienzo tendría unos matices que pocos en Europa tendrían. Tras 12 meses, Julen Lopetegui es un ídolo del sevillismo. La afición nervionense se ha tenido que retractar que la elección era la adecuada.
No se ha podido terminar mejor, clasificados de nuevo para la UEFA Champions League y a la espera de jugar la sexta final de Europa League de la entidad. El dibujo del que hablaba Monchi a principio de temporada, hace vislumbrar ahora solo cuatro supervivientes con sed de plata, el resto de aficionados futboleros en Europa, pendiente de ellos, pensando: "ojalá mi equipo estuviese ahí".
El Sevilla seguramente no llegue al nivel económico e incluso deportivo que tienen los otros tres equipos finalistas, pero la ilusión, la reputación y la pasión de la afición sevillista, hacen del club nervionense todo un ejemplo de como gestionar una corporación de fútbol en todos sus aspectos: financiera, deportiva, etc.
La lámina, pintada por la dirección deportiva sevillista y pulida por un cuerpo técnico, que ha hecho tras el confinamiento, que el equipo sea toda una oda a la competitividad y a la resistencia.