"Ocampos Superstar"
Se disputaba un encuentro en Nervios en el que ambos equipos se jugaban muchos, el Eibar, por su parte, asegurarse la permanencia y, el Sevilla, afianzar aún más la plaza Champions. El conjunto de Lopetegui se mostró bien defensivamente en una primera parte que el Eibar buscó mucho el gol, pero el segundo tiempo le sentó bien a los sevillistas, y tras una maravilla de Navas, Ocampos puso el 1-0 definitivo. Pero Ocampos no solo le dio la victoria al Sevilla con el gol, tras una choque con Kike García, Vaclik se tuvo que retirar en camilla con dolor en su rodilla izquierda, y el delantero argentino tuvo que vestirse de portero para parar el remate de Dmitrovic en la última jugada del encuentro y, así, darle tres puntos al Sevilla que hacen que los de Julen se pongan a seis puntos del Villarreal.
Comenzaba el encuentro en una calurosa noche sevillana, con dos equipos que buscaban los tres puntos, cosa que se vio desde el primer minuto, pues el equipo de Mendilibar trataba de incomodar al Sevilla en la salida de balón. Pese a la presión de los armeros, parecía que los sevillanas controlaban el partido durante los primero 20' de juego.
Dominaba la posesión del encuentro, como es habitual en los de Lopetegui, pero no llegaba con peligro en ataque los sevillistas. Los pocos movimientos entre líneas no solo dificultaba las vías de ataque, también la salida de balón, cosa que aprovechaban los vascos para intentar asustar llegando al área de Vaclik, pero sin peligro alguno gracias al buen hacer defensivo de Sergi y Diego Carlos, que compensaba los errores en la salida.
La espesura en ataque de los hispalenses hizo que Lopetegui tuviera la necesidad de cambiar tácticamente, cambiando a Ocampos y a Múnich de bandas, provocando mucho más daño en ataque, pudiendo anotar en numerosas ocasiones, la más clara en la última jornada de la primera mitad, pues a Ocampos se le fue por centímetros el balón tras batir con una vaselina a Dmitrovic.
Ambos equipos se irían a vestuarios, no antes sin polémica con el arbitraje, pues los sevillistas reclamaban dos penaltis, el más claro y polémico, una mano dentro del área tras un córnea botado por Banega, en el que parecía que había la posibilidad de que Fernando rematara a placer.
Le sentó bien el descanso al conjunto de Nervión, pues pese a que el Eibar asustó tras rozar el gol a la salida del córner, los sevillistas se sentían más cómodos en el encuentro, tan cómodo como que, tras una delicatessen de Navas fintando a dos jugadores del Eibar y centrar de manera exquisita con la zurda, Ocampos anotó el primer gol del encuentro, siendo este el gol decimotercero en Liga del argentino, que es el máximo goleador del Sevilla tan escasa de gol.
Buscaba el empate el Eibar, que estuvo cerca de la mano de Kike García, pero el Sevilla también buscaba asegurar la victoria, pues los de Julen Lopetegui venían con la lección aprendida de la ida, cuando el conjunto vasco remontó un 0-2 en contra ante los sevillistas, y los sevillistas no querían que aparecieran los fantasmas del pasado.
Cuando parecía que el Sevilla se iba con 3 puntos, Kike García remataba al palo en el último segundo de partido, con la mala fortuna de que chocaba con la rodilla de Vaclik, y el portero checo se tuvo que ir en camilla mostrando gestos de dolor. La baja de Vaclik a falta de una jugada provocó que algún jugador de campo se tuviera que colocar bajo palo, y ese fue Ocampos, que, para colmó, paró el disparo de Dmitrovic, el portero del Eibar, en remate a bocajarro del portero serbio a escasos metros de la línea de gol.