Un Sevilla incansable, que deja muy buenas sensaciones, consigue un punto frente al líder en el Ramón Sánchez Pizjuán.
Dos semanas después, un parón internacional de por medio y un nuevo entrenador marcaban el retorno de la competición doméstica en la bombonera de Nervión. Un partido cargado de alicientes hacía prever una décima jornada apasionante en la ciudad hispalense. Primer partido sin Mendilibar y por ende primer partido de Diego Alonso y el reencuentro de Sergio Ramos con su ex-equipo eran los principales motivos para señalar el partido de esta tarde como el partido de la jornada.
Muchas eran las incógnitas que había en torno al nuevo míster pues era de esperar ver el nuevo sistema, qué jugadores alineaba o incluso empezar a divisar cuál va a ser la idea de juego del uruguayo. Disipando cualquier tipo de duda, los chicos de Diego Alonso dejaron claro desde el primer minuto la idiosincrasia de este nuevo proyecto. Un equipo que presiona alto, que no escatima en esfuerzos físicos y que busca hundir al rival en su campo a través del empuje y la intensidad.
Unos, principalmente, treinta primeros minutos frenéticos de partido resumieron la primera parte. Una primera parte donde los visitantes llegaron a perforar las redes del Sánchez Pizjuán hasta en un par de ocasiones, ambas invalidadas. El primero era obra de Valverde tras un córner donde la zaga sevillista se mostró un tanto indecisa. El segundo lo marcaba el hombre de moda, Bellingham que continuó una jugada que había sido anulada en el otro extremo del campo pero el inglés no se percató de la señal arbitral debido a la atmósfera del Sánchez Pizjuán.
Los locales por su parte, tampoco renunciaron al ataque y esa gran altura que tomaba el equipo, desde la línea defensiva (muy adelantada) hasta la delantera (con una gran presión) hicieron que el Sevilla contase con dos ocasiones muy claras, principalmente. La primera de ellas vino de la mano de Iván Rakitic que no se mostró todo lo rápido que debería para culminar una ocasión manifiesta dentro del área. La segunda, un tiro desde la frontal de Ocampos que repelió Kepa sin mucha dificultad.
En lo extradeportivo vimos un continuo "pique" entre Sergio Ramos y Rüdiguer que se desató, en parte, en los últimos minutos de la primera parte tras un choque donde Ramos agarró de los mofletes al central madridista.
La segunda mitad trajo consigo los goles por parte de ambas escuadras. Sin embargo, en lo que al juego repercute vimos a un Sevilla que se superó en la segunda mitad. El primer tanto del partido sería a favor del Sevilla tras el autogol del central madridista, Alaba. Tras un centro de Acuña que tocaba lo necesario Lucas Ocampos y rebotaba en el zaguero conseguían los nervionenses adelantarse en el marcador. El ambiente en el Pizjuán era extraordinario pues el Sevilla de Diego Alonso daba el primer paso en el encuentro. No obstante, el gol de Carvajal llegaría cuando menos se esperaba. Un centro a balón de parado de Toni Kroos, que atacó a la perfección el lateral diestro madridista, ponía las tablas en el electrónico. A partir de ahí, vimos a un Sevilla que encajó muy bien el gol en contra y reaccionó de la mejor manera posible. Los hispalenses seguían volcados al ataque, con una presión que les propició alguna que otra ocasión clara durante los veinte minutos que restaban. Por desgracia, ninguna de estas fueron capaces de materializar para conseguir así los tres puntos que hubiesen sido claves.
