SUPERCOPA DE EUROPA: FC BARCELONA-SEVILLA (0-3)

En la previa del choque, dijo el presidente José María del Nido, que David, en referencia al Sevilla, plantaría cara y batalla a Goliat. Salió mejor. Marcó pronto. Aguantó el vendaval con solvencia al final de primer periodo. Dio otro paso hacía el campeonato con gol de Kanouté al filo del descanso. En la segunda parte más de lo mismo. Mucho Sevilla para un Barça que no hacía más que estrellarse contra el muro. En el ocaso del encuentro Puerta provocó un claro penalti. Maresca lo marcó con soltura… El resto es historia: Sevilla campeón.

Ése es el final de una bonita historia. La alineación titular se intuía. A poco que estuviera bien Poulsen, menudo acierto, iba a ser de la partida. Era la primera de las incógnitas. La segunda estaba arriba, en quién acompañaría a Kanouté. Juande finalmente apostó por la continuidad y ponía en el once a Luis Fabiano. Palop, en la puerta, David y Daniel en los laterales, con Escudé y Javi Navarro en el centro de la zaga, Renato, Jesús Navas y Kanouté completaban el once.

Desde el principio se vio al Sevilla mucho más enchufado al encuentro. El Barcelona tenía la bola, pero los hispalenses esperaban pacientemente su oportunidad para salir a la contra. Aviso de cabeza Luis Fabiano, pero una excelente intervención de Víctor Valdés salvó los muebles blaugranas. En la segunda oportunidad los andaluces dejaron las balas de fogueo a un lado. Munición y de la dura. Contra rápida de los nervionenses, Renato habilita con un pase interior a Luis Fabiano, el brasileño remata con Valdés prácticamente a un metro, rechaza el portero catalán y Renato que venía desde atrás mata el esférico en la red. 0-1.

Al Barça no le gustaba la película que se estaba emitiendo en el Luis II. Parecía tocado. Todo lo contrario el Sevilla, que defendía con uñas y dientes y atacaba a deguello. En otra contra, Navas la metía en el corazón del área y allí Luis Fabiano enseñaba peligrosamente su testa. El cuero se fue fuera por poco.

Desde el principio se vio al Sevilla mucho más enchufado al encuentro

Los catalanes no inquietaron al Sevilla hasta pasada la primera media hora de juego. Una genialidad de Ronaldinho dejó a Eto solo, pero finalmente un zaguero nervionense taponó su remate que llegó manso a las manos de Palop. El Barça pisaba más fuerte el acelerador, aunque los de Juande continuaban aguantando el tirón sin sobresaltos, con oficio, destacando la buena labor de los centrales, siempre en su sitio, tomando el pulso al encuentro en todo momento. Palop también cumplía cuando Eto probaba suerte desde fuera del área. Los de Juande asumían su papel de defender a las mil maravillas.

Eran los peores momentos para los andaluces. Pero, cosas del fútbol, al final del primer periodo el Sevilla dio otro pasito hacia el título. Saque de esquina que rechaza Valdés, Navas cabecéa desde fuera del área y Kanouté peina, enviando la bola a la red. Delirio en la grada. 0-2. La Supercopa empieza a verse, a tocarse, a sentirse. Da igual que en frente esté el supuesto mejor equipo del mundo, da igual que en él jueguen Ronaldinho y compañía… Éste es el Sevilla… Y ésa es su ley.

La seguridad del campeón

En el descanso Juande movió el banco. Sacó a Luis Fabiano por Martí. El objetivo era ganar peso en el centro del campo. Los andaluces salían bien. Poulsen tenía el tercero en sus botas, pero demasiado escorado a la izquierda, tardó mucho en disparar. Gudjhonsen respondía a falta de media hora con un disparo descafeinado dentro del área… Otra vez Palop.

Seguía el Sevilla seguro, controlando el choque. Era su partido y se veía cada segundo, cada toque de balón, cada instante. En el minuto 65 el Sevilla pudo poner la puntilla. Renato cazaba un cabezazo de Kanouté y con Valdés superado el brasileño mandaba con la testa el balón fuera, rozando el palo derecho, metiéndole Puyol la pierna en la boca.

Más con el corazón que con la cabeza, los azulgranas atacaban y buscaban acortar distancias con empeño. Sin embargo, una y otra vez se topaban con el muro nerivonense, liderado por un incansable Poulsen, que no paraba de incordiar a sus contrarios. Para colmo respondía con Navas en una contra, pero su remate era demasiado inocente y lo atajaba el cancerbero catalán. Acto seguido, Adriano se sacaba una jugada de ensueño de la manga y otra vez más rozaba el tercero para los hispalenses. Aún así pasaba el tiempo y los hombres de Juande seguían dando la cara, haciendo su partido. Paso a paso, minuto a minuto a minuto, la victoria ya se veía sin catalejo. Se confirmó en los instantes finales, con una jugada de Puerta que acabó en penalti. Maresca lo envió a la red como suele hacer. Con clase, sin dudas. 0-3. Luego Puerta se inventó la jugada de la noche, pero eso era ya demasiado.

Y el reloj seguía corriendo. Y seguía. Y llegó el noventa. Y el Sevilla se proclamó campeón. Falso, supercampeón. La grada botaba. Desbordada estaba toda la afición. El tío, ese tío que decía que Nervión era lo mejor, finalmente, como ya ocurrió en Eindhoven, llevaba razón, como también reza la canción. Cuanta razón. David se la dio. Era Goliat. Medía mucho más. Llevaba mucho más oro en el bolsillo. Pero muchas veces las ondas pueden más que los dólares. Y pudieron. Andalucía, Sevilla, las ondas de Nervión, el Sevilla FC… Supercampeones.

FICHA DEL ENCUENTRO

0. FC BARCELONA: Valdés; Belletti, Márquez, Puyol, Sylvinho (Giuly, min. 71), Motta (Gudjonhsen, min. 56), Xavi (Iniesta, min. 56), Deco, Messi, Eto'o y Ronaldinho.

3. SEVILLA FC: Palop; Daniel Alves, Javi Navarro, Escudé, David, Jesús Navas (Maresca, min. 75), Renato, Poulsen, Adriano (Puerta, min. 80), Kanouté y Luis Fabiano (Martí, min. 45).

GOLES: 0-1, min. 7: Renato. 0-2, min. 45: Kanouté. 0-3, min. 90: Maresca, de penalti.

ARBITRAJE: Farina (Italia). Amonestó a Sylvinho, Kanouté, Alves, Javi Navarro, Escudé y Maresca.

INCIDENCIAS: Final de la Supercopa de Europa 2006, disputada en Mónaco el 25 de agosto ante 17.400 espectadores. Presenció el partido, desde el palco, el Príncipe Alberto. Daniel Alves fue elegido el mejor jugador del encuentro.


Reportaje fotográfico: