Sampaoli: "El Discípulo del Loco", 2ª Parte

El ciclo de Julen Lopetegui en el Sevilla Fútbol Club es ya historia. Un proyecto que nació de la mano de la vuelta de "Monchi" a Nervión, para instalar al club en el llamado "campamento base", los puestos de Champions League, pero que ha acabado degenerando en una crisis, institucional, deportiva y social sin precedentes estos últimos años en el Ramón Sánchez Pizjuán. Ahora y con esa espinita clavada de quién siente que dejó el trabajo sin terminar, el "Sabio de Casilda", Jorge Sampaoli, está de vuelta en el banquillo sevillista, lo que supone un giro radical con el perfil de técnico que era Julen Lopetegui y que vuelve a renovar las esperanzas sevillistas de que haya un golpe de timón en lo deportivo.


Segundas partes nunca fueron buenas o eso dicen, pero esta vez no puede haber un mejor actor para este segundo romance. Un segundo romance de los sevillistas con sus jugadores y su técnico, un segundo romance de Sampaoli con el Sevilla que permita una reconciliación de la afición con su equipo, porque más allá de los resultados en esta segunda etapa (que son lo primordial), el sevillista también quiere ver como los que le representan en el césped hacen suyo, el dogma de fé inquebrantable en Nervión, la "casta y coraje".

Antes de poner el ojo en su perfil como técnico, vamos a recordar cuál ha sido su trayectoria desde que se dió su salida de Sevilla y su momento actual. Su deseo, como el de muchos entrenadores argentinos, siempre fue entrenar a la selección argentina, siendo este el momento álgido de su carrera como entrenador, pero esto no ocurrió... Estuvo tan solo una temporada y en un caótico Mundial de Rusia de 2018 donde fue eliminado en Octavos de Final por Francia, fue destituido como seleccionador. Tras esto volvió a entrenar al continente sudamericano en Santos y Atlético Mineiro en 2019 y en 2020 respectivamente. Terminada su etapa en Brasil, Pablo Longoria como nuevo presidente del Olympique de Marsella le ofreció el banquillo del Olympique de Marsella como solución a la crisis deportiva e institucional creada tras la destitución de Andrés Villas Boas. Ante tal situación, consiguió clasificar al club para la Europa League en su primera toma de contacto en la temporada 2020 - 2021 y como segundo de la Ligue 1, además de llegar a semifinales de la Conference League en la 2021 - 2022, renunciando al puesto de forma inesperada este mismo verano, aunque algunas informaciones apuntaban a un desencuentro en la política de fichajes en este mercado.

¿Cómo es Jorge Sampaoli como entrenador? Aunque todos lo conocemos, no está de más el recordarlo para resaltar el giro radical dado al banquillo. Si una primera virtud, aunque también puede ser un arma de doble filo, se le puede destacar, es su flexibilidad, nunca esta conforme, para lo bueno y para lo malo, es muy perfeccionista, cualquier matiz o error que se escape de aquello que "Sampa" quiere conseguir, más allá del resultado, intentará hacer todos los cambios posibles hasta subsanarlo, lo que le lleva a corregir errores cuando pierde, pero también a tocar teclas incluso cuando se gana, lo que quizás a ojos de muchos aficionados y expertos, no sería necesario.

Si algo le ha caracterizado a lo largo de su carrera ha sido su voluntad de adaptación a los contextos existentes en los equipos a los que entrena y la de generar un modelo de juego a largo plazo, algo que queda patente en una frase suya en una entrevista con Marca en 2018 tras el Mundial: "Para el próximo Mundial o Copa América hacen falta organización, confianza ilimitada y saber que todo requiere un proceso. Es decir, si no se gana la Copa América, hay que mantener el proceso, no romperlo. Ya basta de esta locura de que si no 'ganás', 'sos' un perdedor. Y no es así: si se cree, se puede ganar aunque sea más tarde. Pero hay que creer".

Su propuesta, es netamente ofensiva, "mirando al arco contrario", como dijo en una entrevista con Valdano en enero de 2017 cuando entrenaba al Sevilla Fútbol Club. Sus equipos han competido con diversas estructuras en las que principalmente busca atacar con regularidad y defender lo más arriba posible. También ofrecen un número importante de intercambios de posiciones y movimientos, buscando actuar el mayor tiempo posible en campo contrario. Su enfoque está basado en la posesión, lo que significa que los equipos de Sampaoli están construidos para dominar el balón y cuentan con jugadores que se comprometen en posiciones avanzadas y, por extensión, fomentan una constante progresión. La preferencia de Sampaoli por un fútbol basado en la posesión significa que sus estrategias defensivas se centran en una presión agresiva y en la recuperación temprana. Sus equipos presionan regularmente en territorio avanzado y, por extensión, ceden terreno a regañadientes. Mientras que durante los periodos sin balón otro entrenador puede centrarse en no concederlo, la prioridad de Sampaoli es recuperar el balón lo más rápido posible para lanzar otro ataque, aunque la realidad de que no siempre puedan presionar también implique el uso ocasional de un bloqueo medio.

Su sistema predilecto es el 4 -3-3, pero esa capacidad o necesidad de adaptación a los contextos, anteriormente mencionada, le ha llevado a utilizar multitud de esquemas, desde el 4-3-3, al 4-2-3-1, a esquemas de 3 centrales como el 3-5-2, el 3-4-3, con todo tipo de posicionamiento y funciones de los jugadores. Este aspecto será muy importante en una situación como la actual donde el argentino, evidentemente, no ha prticipado en la confección de la plantilla.

Por tanto, si nos fijamos en la propuesta de uno y otro y la experiencia previa con Sampaoli en su primera etapa como entrenador del Sevilla, vemos que hay muchas diferencias entre sus modelos, ya que Julen Lopetegui para instalar al club en Champions, siempre priorizó la solidez defensiva del equipo y la efectividad, priorizando el resultado por encima de todo, mientras que Sampaoli tiene una visión más "estética" del fútbol, siendo el fin también los resultados, como el de todos los entrenadores y equipos, pero cuidando mucho más el juego y el proceso.

¿Es el rosarino lo que necesita el equipo ahora mismo? ¿Cuanta cuota de responsabilidad tenía Julen en esta situación? ¿Puede la plantilla ofrecerle a Sampaoli los perfiles que necesita para poner en práctica su modelo? Estas preguntas solo tendrán respuesta partido a partido y resultado a resultado.