Anarquía y emoción en el adios de Julen Lopetegui

Como si de un cóctel se tratara se juntaron en Nervión todas las emociones juntas, la desesperación ante la superioridad aplastante del Borussia Dortmund, la esperanza ante el arrebato de rebeldía del equipo, la sensación de derrotismo desde la previa del partido sabiendo que el hacha del verdugo ya había cortado la cabeza de Julen Lopetegui y la tristeza e impotencia final con su despedida ante la afición. Un partido con muchas aristas...


Otra noche de Champions más, otro partido decisivo más, pero no era uno cualquiera, este fue especial y a la vez muy extraño, por todo lo ocurrido en la previa y en el post partido. Con la confirmación mediática de que el técnico vasco estaba más que sentenciado y que su sustituto, Jorge Sampaoli, llegaba en el día de hoy, un partido vital por seguir en Champions se convirtió más en un intento de homenaje que en un partido contra el Borussia Dortmund. El manejo del despido de Lopetegui desde el Domingo hasta ayer confirman lo caótico de la situación y de la toma de decisiones actual en el seno del Sevilla.

Si nos vamos a lo deportivo, en su último partido, Julen quiso terminar su ciclo con gente de su confianza, en los que siempre se ha apoyado, Bono, Rakitic, Jordán, Suso, Jesús Navas y En Nesiry, los dos canteranos que estaban dando la cara y mejor rendimiento dieron en el día de ayer, José Ángel Carmona y Kike Salas, además de Telles, Gudelj e Isco.

Una primera parte donde el Sevilla hizo gala del "quiero y no puedo" a quién le duró el orden y la seriedad lo que duró el 0 - 0 en el marcador. En el minuto 6 ya se había adelantado el conjunto alemán y entonces fue cuando el equipo intentó "hacer de tripas corazón" y en un conato de rebeldía corrío más, encimó y fue más agresivo ante el poseedor del balón, pero no fue suficiente y ante el desorden generado, los de Edin Terzic vieron la oportunidad perfecta para que Bellingham (el MVP indiscutible del partido), Brandt, Adeyemi y Moukoko camparán a sus anchas y así fue, castigando constantemente a los sevillistas con transiciones rapídisimas y ataques a las espaldas de los defensas muy expuestos, como muestra que en el minuto 21 hasta 3 jugadores del BVB se plantaran solos ante Bono, hasta que En Nesiry consiguió corregir y acabar con el ataque. Minutos 41 y 43, segundo y tercer gol y el Sánchez Pizjuán volvió al estado de indignación y hastío que le es habitual en este inicio de temporada.

Ya entrados en la segunda parte, el equipo creció, el ímpetu y la rebeldía seguían, pero esta vez los jugadores si ganaban duelos individuales, eran capaces de transicionar rápido ante un Borussia Dortmund que seguía en un bloque alto e intentando dominar el partido, algo irrenunciable para ellos, y llegaban mucho al área, pero aún con todo ello, solo pudo llegar el gol de En Nesiry en el 51', pero no se tradujo en un torrente mayor de disparos a puerta, de hecho hubo más en la 1ª parte (4) que en la 2ª (2). 1 - 4 en el minuto 75 y se derrumbó todo el castillo de naipes, la afición que había hecho del Pizjuán la "Bombonera de Nervión" de nuevo durante esos primeros 30 minutos vió como las esperanzas se desvanecían , el equipo bajó los brazos y Lopetegui sabía que vivía sus últimos minutos en el banquillo sevillista.

Final del partido, situación muy complicada del Sevilla en el grupo, la sombra de Sampaoli cerniendose sobre el técnico vasco, quién fue homenajeado por la grada, quién sabía que se iba uno de los mejores entrenadores, sino el mejor de la historia del Sevilla F.C.