Análisis | Caida y rebelión ante el Valencia

En el encuentro de la décima jornada, otro como local en Nervión, se pudo ver de nuevo cuan frágil es realmente la plantilla del Sevilla. Más allá del empate, se observa como si el planteamiento inicial del entrenador no funciona, si jugadores que habían demostrado una gran confianza en si mismos fallan y si el equipo se ve superado desde el inicio físicamente y tácticamente por el rival, se cae y se cae por completo. Pero esta vez, el hilo del partido fue muy diferente...


Una jornada, que ante un conjunto ché comandado esta temporada por Gennaro Gattuso, se presentaba en el Ramón Sánchez Pizjuán como uno de los equipos más en forma del campeonato. Una primera parte arrolladora de los valencianistas ante un Sevilla incapaz de alzarse contra la adversidad después del gol de Cavani, dió pie a varias modificaciones en el descanso que hicieron que los sevillistas cambiaran las tornas y acariciaran la victoria.

Ausencia de Marcao, nueva función para Acuña

Ante la baja del central brasileño, el cuál algunas informaciones apuntaban a que estaba fura de la convocatoria debido a la fatiga muscular acumulada tras tres partidos seguidos jugando y forzando, tras 3 meses de inactividad. Para ello la solución que buscó Samapoli fue el encaje de Marcos Acuña como central zurdo en la línea de 3. Aún con el impetú característico del argentino,la falta de la jerarquía, inteligencia posicional y agresividad del ex del Galatasaray hicieron que el rendimiento del resto de la línea defensiva decreciese.

Superado el Sevilla, el Valencia al alza

La faceta sin balón fue una tortura continua para el Sevilla durante toda la primera parte. Una circulación rápida del balón que descolocaba el bloque defensivo sevillista y los jugadores nervionenses que no eran capaces de llegar a la presión, fueron la tónica general del equipo durante toda la primera mitad. A raíz de esa libertad que encontraron los de Gattuso, llegó el gol de Cavani.

Carmona, ¿una sustitución por su bien?

Fruto de la ausencia de Marcao, de la inseguridad general del equipo, uno de los mejores jugadores del Sevilla esta temporada sufrió algo propio de su edad y de la situación colectiva del grupo, pérdida de confianza y fallos continuos. Samapoli decidió que era el momento de sustituirlo, minuto 30 y dar entrada a Jesús Navas y desplazar a Montiel al perfil derecho como central.

4 - 3 - 3, agresividad y decisión, el antídoto

Tras el descanso y teniendo que encontrar una solución ante el caos organizativo de la primera mitad, Sampaoli eligió deshacer la línea de 3 y dar cabida a la línea de 4, dando entrada a Lamela por Acuña y a Delaney por Montiel. A partir de ello el Sevilla, presionó mucho mejor, robó en situaciones más favorables y fue mucho más vertical, sabiendo atraer al Valencia con la posesión y con jugadores como Lamela y Rafa Mir sabiendo romper al espacio a las espaldas de los defensores valencianistas.

Dominio absoluto

Y las estadisticas lo demuestran, el Sevilla tuvo un 76% de la posesión en la segunda parte, pero no de forma intrascendente como venía siendo habitual, sino que tuvo hasta 13 tiros, dos de ellos a portería, convirtiendo un gol y mandando otro tiro al larguero. Sin balón, la dinámica también fue diferente, 3o duelos ganados y 10 balones aéreos ganados, además siendo el primer pase en estos robos, en muchas ocasiones, vertical, algo que permitía atacar los espacios genereados por el desorden del Valencia.