Once trofeos Antonio Puerta ya y casi quince años desde
aquella tarde del 28 de Agosto en la que se partió el corazón de Nervión. De
Antonio está casi todo dicho, de su futbol, de su personalidad, de su
sevillismo y con este trofeo se honra de una manera ínfima todo lo que su memoria
nos ha dado.
En lo deportivo poco reseñable. Una primera parte en la que teníamos
nuestro habitual dominio infructuoso y en la que nuestras internadas en el área
rival no hacían ninguna mella en la defensa gaditana con jugadores que no
arriesgan absolutamente nada y cero en verticalidad. Jugadores como Lamela
empiezan a consolidar mis dudas sobre si es un jugador que pueda dar
prestaciones desde el inicio o si más bien se nos queda en un revulsivo para las
segundas partes, y En-Nesyri que jugó casi todo el encuentro me lleva a la depresión
ocular cada vez que tiene que afrontar las labores de ataque. Tampoco
estuvieron bien Papu Gómez del que siempre se espera más aunque cuando decide
lucirse disipa dudas, y señalado como viene siendo habitual un indolente Jordán
que no tapó con contundencia el agujero de la defensa que a punto estuvo de aprovechar el equipo cadista en más de una ocasión. Destacar en los amarillos que Eyong no hace prisioneros con alguna entrada de excesiva dureza para
ser un trofeo veraniego, y la ausencia importante de Álvaro Negredo.
Con la segunda parte vinieron los cambios y la salida al
terreno de juego de Rakitic, la nueva estrella Telles y un buen
Oliver dio al equipo una aire bastante diferente. No es que fuera una
revolución de estilo pero la calidad del croata siempre es bienvenida y Delaney
mejoró liberado tras la retirada de Jordán. En general el equipo sufrió una
mejoría que se vio premiada con el gol
de Delaney que pilló desorientada a la defensa del Cádiz y pudo rematar con
estilo y seriedad.
A Telles se le vieron ganas y la noticia positiva es que no
se le apreció desconectado de sus compañeros a pesar de llevar a penas dos
entrenamientos con el grupo, esperemos confirmar las sensaciones una vez llegue
la hora de competir de verdad.
A partir de ahí llegó el momento para dar entrada a los canteranos que responden
siempre que se les dan oportunidades y destacable fue un valiente tiro a portería de Iván
Romero tras un bonito recorte que hizo aplaudir a la grada con la ilusión de
ver a uno de los suyos intentarlo con picardía y el deseo más profundo de que algún día alcance la
titularidad.
Al final MVP para Delaney que se esforzó durante todo el
partido aunque está lejos de ser el líder en el centro del campo que muchos
pensamos que puede ser y tuvo su premio en el gol.
El trofeo Antonio Puerta existe porque el fútbol es mucho
más que dinero. Siempre me verán en esta lucha, en la pelea porque no se olvide
que hace treinta, cuarenta o cincuenta años los equipos eran Asociaciones
deportivas y lo que aglutina a las personas en torno a él no es lo bonita que es la camiseta de la temporada, si están pintados los asientos o si un jugador hacer un tik
tok y lo cuelga en una red social. Lo que nos hace sevillistas es una tradición
inmortal, un sentido de familia, un vínculo social más allá de la
consanguineidad y sobre todo unos valores y una ética que toda la afición
sevillista quiere transmitir para que perduren en el futuro representada por las
generaciones venideras. Ayer a penas había media entrada en el Ramón Sánchez
Pizjúan y aunque se pudieron ver las caritas alegres de más niños y niñas de lo
habitual sigo pensando si no hubiera sido posible hacer un esfuerzo un poquito
mayor para que hubiera más gente joven. Si en lugar de ceder el abono
simplemente no se hubiera activado por el socio y se hubieran regalado las entradas.
A lo mejor estoy en un error y seguro que ustedes me sabrán corregir si esta posibilidad
existe.
Ojalá la memoria de Antonio se pueda honrar con un estadio
lleno de futuro, de generaciones de sevillistas que conozcan su grandeza dentro
y fuera del mismo, ojalá el futuro sea de esas generaciones, ojalá los pitos se
vuelvan palmas y seamos esa afición que no deja de animar.