KEEP CALM, MONCHI IS IN CHARGE (MANTEN LA CALMA, MONCHI ESTÁ AL MANDO).

 

Hace menos de diez días que se terminó la temporada 2021-22 y ya se ha materializado la primera salida del mercado veraniego con la venta de nuestro central Diego Carlos Santos Silva, mercado estival que en clave sevillista se prevé que se asimile a cualquier temporada de la serie Juego de Tronos. Aunque ya nos queda un poco lejos porque ya nada perdura en el tiempo ya que todo es rigurosa moda o actualidad, en aquella serie que nos tuvo a todos enganchados durante siete temporadas, la frase que la definía era que no se le podía coger cariño a ningún personaje porque todos podían morir (hablamos de ficción, obviamente) en cualquier momento. El sevillista sabe mucho de esto, porque ha madurado durante los últimos veinte años las salidas de sus mejores jugadores y la mayor parte de la afición ya comulga con este dogma de que aquí lo único imprescindible es el escudo de nuestro Sevilla Fútbol Club.

No es que traspasar a nuestras perlas sea algo de la ingeniería futbolística moderna, ya los que peinamos canas vimos salir a Zamorano, Buyo o Suker para irse al Madrid mucho antes de esto, pero sí que es verdad que en el futbol moderno, éste de las sociedades anónimas deportivas, patrocinadores desconocidos cargados de millones, fondos de inversión y bla, bla, bla, nuestro club se ha destacado por efectuar un política de ventas brillante que ha engrosado las arcas del club y nos ha permitido aumentar el presupuesto para poder competir en Europa con aspiraciones cada vez más ambiciosas.

Hasta aquí para usted que ha tenido el detalle de leerme nada de esto es nuevo, forma parte de nuestra filosofía y una vez se están deslizando los detalles del traspaso de Diego Carlos que parece que se cifra en 31 millones fijos y 5 más por objetivos, (algunas fuentes incluyen algún variable más hasta los 40 millones) configuran esta venta como un acierto de nuestro club, al menos desde mi personal punto de vista. Diego Carlos es un jugador extraordinario, que lleva tres temporadas en el Sevilla y nos ha dado un rendimiento magnífico, pero con la edad de 29 años si no se produce su venta en este momento el club verá reducidos cada vez más sus beneficios por plusvalías hasta convertirse en cero. Por otra parte, y sé que esto generará controversia en el lector, se trata de un central que no ha alcanzado la internacionalidad y que carece de polivalencia, por lo que salvo el rendimiento que nos da como central, es un jugador que no favorece los cambios tácticos ni la posibilidad de cubrir las bajas de otros compañeros. En la plantilla tenemos ejemplos como el de Fernando que puede jugar de central también si es necesario, o Koundé o Rekik, y hasta un oficioso Gudelj que se adapta a varias posiciones. Para mí la polivalencia es absolutamente necesaria si vas a querer compertir en temporadas tan largas y con competiciones tan exigentes como le sucede, gracias a dios, a nuestro Sevilla Futbol Club.

Es cierto que se han vendido algunos centrales por cantidades cercanas a los 90 millones, ventas top, pero por quedarnos con un ejemplo nacional tenemos es caso de Laporte que el Athletic traspasó al Manchester City por 65 millones con 24 años. Con esto no estoy devaluando a Diego Carlos, pero también hay que entender un poco el contexto en el que el club opta por la amortización de su fichaje y el precio real que puede alcanzar el jugador.

El club realizó un esfuerzo las últimas dos temporadas por conservar a sus estrellas y reforzarse con los ingresos de muy pocas ventas, y esto en un mercado que tras el covid se enrareció con una fuerte crisis para los clubes que afectó con más fuerza a los que no tienen un jeque o un multimillonario influyente sentado en su consejo de administración. Ahora llega un mercado en el que se deben de producir más operaciones mercantiles entre los equipos, y nosotros, necesitados de refrescar y rejuvenecer nuestra plantilla, podemos vernos favorecidos para emprender una importante reforma.

Diego Carlos es el primer “sacrificado” por nuestro guionista, nuestro Director deportivo, Don Ramón Rodríguez Verdejo, Monchi, pero yo creo que serán bastantes más. A título personal les diré que salvo Bono y Fernando para mí el resto de la plantilla es “sacrificable” si llega una buena oferta por ellos. Puede resultar cruel, pero de una forma sincera creo que nuestro equipo necesita una renovación tan profunda que puede dar vértigo, pero tengo tanta confianza en nuestro director deportivo, en su ambición y en sus capacidades, que a mí me da cero miedo lo que tenga que venir. 

No sé qué pasará al final, no sé quién saldrá y quien se quedará, y evidentemente no saldrán 20 jugadores y vendrán otros 20, pero tengo ilusión y confianza, porque tal y como reza el título de este artículo de opinión, hay que mantener la calma, porque Monchi está al mando.

!Viva el Sevilla!