De Cádiz a Budapest: la final del principio
Algunos dicen que en la vida todo pasa por algo. Budapest fue testigo, hace poco más de dos días, de una gesta que por desgracia caerá en el olvido (porque nadie se acuerda de los subcampeones, excepto ellos mismos), pero donde se pudo formar la semilla de algo más. Aunque, según el nombre del partido, se disputó una final, sólo significó el comienzo.
Una historia de aprendizaje que se va forjando a lo largo del paso del tiempo, de la mano de un grupo que tiene en su mano el momento idóneo y las circunstancias perfectas para creerse que todavía se puede hacer algo más grande, la historia de ese escudo. Porque avanzando en las derrotas, es donde se forman los verdaderos campeones.
Por mucho azúcar que pueda existir, a nadie le gusta perder. La exigencia, con mesura y siempre adaptada a las capacidades de cada momento, se convierte en acompañante de lujo para crecer en este escenario. Una derrota para algunos dulce, para otros amarga. La realidad es que la plata viajó a Alemania y que, por escasos centímetros, no cambió de vuelo. Y eso ya dice mucho.
Algo impensable hace no muchos años, ahora se convierte en rutina. Lo más complicado, y lo más fácil de decir, será mantener esa rutina para no bajarse de lo más alto. Y los condicionantes para esto, parecen los idóneos.
Cádiz vivirá el retorno del Sevilla F.C. a la Liga después de un intenso mes de agosto marcado por un bonito romance, con su merecida guinda el pasado jueves en Hungría. Un premio al alcance de pocos.
El surrealismo que rodea a las altas esferas y mandamases del tan autoglorificado fútbol patrio, hace que carezca de sentido ni siquiera opinar sobre el horario de este partido. Porque, ya de por sí, la idea es tan poco elegante (hablando fino) que no merece mayor consideración que la indiferencia.
Toca cambiar el chip y mantener esa inercia positiva en el tiempo. El seguir adelante con la fidelidad a este proyecto hace ver que, por primera vez en años, se van forjando nuevas ilusiones que aparecen sin avisar. Y lo más importante, será no dejar de soñar con ellas.
Budapest sólo fue el origen algo grande. El germen de algo más. El fútbol andaluz está de enhorabuena. Y qué mejor forma de celebrarlo, que bajo el sol de nuestra tierra.
Estadio Ramón de Carranza | Cádiz CF - Sevilla FC | 27.09.2020 (18.30 h)
